martes, 11 de enero de 2011

Sin el comic, hubiera sido contador o algo peor

Enero es el mes de división de bienes y de emociones que no se comparten. No importa, tengo toda una vida de sinsabores. Hoy salí de trabajar y fui a comprar auriculares que necesito para mis futuras clases de DJ. No voy a parar hasta pasar música en eventos indie. Puedo hacerlo; ahora soy mejor que ellos.
Compré unos lindos JVS extra bass que son copados. También pasé por el Club del Comic y compré el #2 de Give Me Liberty y una rareza llamada USA Comics Books, editado en España, que ni sé de que trata. Cuando lo lea, se los comento. ¡Qué genial es Frank Miller junto a Martha! Comi por ahora en Congreso, mientras tomaba algo y, mientras leía esa posible realidad del tomo, veía a una joven obesa comiéndose un helado. Era hipnotizante. Pensar que hay gente que es así y no teme comer grostecamente un helado delante de alguien. Eso es individualidad. En el Club vi un compilado de Fables muy genial y enorme, que seguro pesaba más que yo, y uno de Harvey Pekar muy muy genial y a un precio no tan malo.
Ahora me voy con Solezz a comprar más comics. Ella quiere conseguir "Johnny, el homicida maniático", o "Yo, vampiro" o "Borderline 2". Yo quiero rarezas europeas y más Martha, si puedo conseguir.
Considero a la gente como libros. En cada uno hay historias diferentes, que uno tiene que descrifar con su propia lectura. Por eso me gusta oír a la gente. Todos son diferentes, todas son miradas.

S.

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