Ayer fui a Entelequia. Hacía mucho que no iba. Lo último que me compré fue algo de Crumb, hace añares. No, ahora que lo pienso bien, creo que fue algo de Beto Hernandez. En fin, estaba allí con Kick Ass 2 en la mano, completamente emocionado por el hallazgo, cuando encontré mi sección favorita de la tienda: Es un pequeñísimo sitio en un estante, en donde tenés a Clowes, a Burns, a los Bros., a Bagge y a todos los que fueron indies en Estados Unidos. Es mi sección del lugar.Ví que estaba "Black Hole", y créanme, casi me pongo a llorar. Esa maravilla de novela ilustrada hace lagrimear a cualquiera. Le pregunto a la vendedora si tenía "Locas", que es algo que me debo desde hace bastante y me dijo que no, que la entrada de eso será ya para el mes que viene. Lo curioso, es que la sorprendo leyendo "Palomar", demostrando que el mundo es chico. ¿Los gustos pueden ser tan diminutos?
Mientras charlaba con ella, se acerca un señor, uno con una graciosa barba y varios libros bajo su brazo. Le preguntó algo a ella, contestándole yo, como siempre, metido en donde no me mandan; y como si fuese un vendedor de la tienda, le aconsejo "Pussey" y otro comic más, que creí que odiaría por ser bizarrísimo. Au contraire, le encantó y me comenzó a contar sobre sus gustos por las ilustraciones de famosos, de cuando iba a bailar a Cemento, sitio mítico para los que fueron jóvenes en los ochenta, de su emoción cuando le mencioné "Love and Rockets", o de su vocación como poeta y de como Luca Prodan rechazó sus poemas porque pensaba que quería algo de fama, y al final, el hermano del cantante de Sumo se hizo fanático de él, o algo así.
No me acostumbro todavía a este nuevo estado de vida de nuevo año, a cantar canciones desconocidas de la forma en que lo hacía antes, en el desasosiego de pensar gentilmente en mí. Pero bueno, de nuevo a la búsqueda de emociones enfermizas. ¿Qué sigue en la lista? Oh, bien, veremos.
Salut.
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