martes, 19 de abril de 2011

El chico con la sierra eléctrica

El chico con la sierra eléctrica en su mano izquierda
camina sin preocupaciones por las baldosas de la vereda
silba una vieja canción dolorosa de su adolescencia
y recuerda cuanto odiaba ir la escuela.

Le gustaría que lo mires a los ojos
y le digas cuanto lo odiás ahora.

Le gustaría que lo mires a los ojos
y lo desprecies como lo hacías a toda hora.

El chico con la sierra eléctrica en su mano izquierda
no perdona ni olvida las lineas de la ira fecunda
porque la única cosa que cree que ciertamente lo ayuda
es la compra de su nueva y bulliciosa amiga dientuda.

Le gustaría que lo mires a los ojos
y le digas cuanto lo odiás ahora.

Le gustaría que lo mires a los ojos
y lo desprecies como lo hacías a toda hora.

Si no crees que lo que te digo sea cierto de verdad
desearía que mires mis brazos de a poco y de cerca
el chico con la sierra eléctrica en su mano izquierda
corta así de bien la carne, envuelta y revuelta.





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