Poseo dentro mio el alma de un chico perdido hace muchos años
Tengo incontables recuerdos de él en mi mente
Y no solo eso,
Su sensación de extravío
Ha marcado mi vida.
¿Saben? Cuando las cosas están
Realmente bien,
Es cuando mayor siento la desdicha
De estar perdido, de estar lejos
De lo que amo sin saberlo.
Mis recuerdos de lo vivido
Se mezclan con sus pensamientos,
Y mis pensamientos
Se unen con su pasado.
Hay veces que soy yo
A veces soy simplemente él
Y a veces somos ambos,
Quienes vivimos y actuamos.
El niño perdido me habla en ocasiones,
Me aterra escuchar su voz
Es fuerte y clara,
Más fuerte y clara que la mía.
En la mayoría de los casos
Habla sin sentido, incoherente
Debe unir frases que escuchó
Y me las repite orgulloso
Buscando que le de un nuevo grado de significación.
En otras, me habla de la soledad
De como le gusta verla codeándose con mi ser
En como la melancolía se ha vuelto
Con los pasos de mis años,
En su alimento para estar íntimamente unido a mí,
Para poder seguir perdido,
Para continuar siendo un niño
Para siempre.
No quiero y no puedo dejarlo ir
Es profusa mi satisfacción cuando él está
Sólo quisiera procurarle otras comidas
Para que su pedido incesante de nostalgia
No me devore todas mis esperanzas
Amargando demasiado mi corazón.
Se que no debería preocuparme
Debería aceptarlo y continuar,
Pero en ocasiones siento
Que sin el chico perdido en mis adentros
Perdería mi rara fuerza de satisfacción
Transformándome en el alma de otra persona.
No me lastima el dolor,
Hace que recuerde dos vidas en un mismo tiempo.
Si busco comprender su desaparición
De todo lo conocido,
Quizás puedan ser las cosas diferentes,
Mejores, tal vez.
Debería aferrarme a su carácter de perdido
Debo mantener mi pesadumbre permanente
Debo juntar toda mi monstruosa energía
Y transcender en algo nuevo.
Nuestras habilidades
Son nuestros confiables defectos,
¿Cuál es el tuyo?
¿Es Aquella verdad retorcida de tu vida
Esa que molesta al resto?
¿Qué cosa es lo más real que siente tu espíritu?
Por siempre,
¡Chicos perdidos!
Chicos con el alma hiriente
Y la mente no preocupada por lo venidero,
Seremos la enfermedad mística
Que afectará naturalmente
Al mundo que de forma cruel nos separa.
Seremos sus propios miedos.
Yo tomo su frustración producida
Por la desorientación
Y la hago personal,
Sufro por su pérdida
Me lamento por su ilusión difusa.
Me tomo tan en serio mi obligación
Que paso de ser alguien infinitamente desconsolado
A ser un chico perdido más
Como tantos otros desorientados
Frente a la inmensidad del Universo.
Soy su causa, soy su pena
Su fantasía jamás resuelta,
Cuando puedo ser yo
En el descanso de mis tortuosas tareas
La dicha me hace suspirar
Haciéndome sentir satisfecho.
2 comentarios:
Uno de los mejores que leí hasta ahora.
Gracias. La poesía siempre es personal para mí y es un tanto difícil mostrarla.
Gracias de vuelta!
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