martes, 24 de mayo de 2011

Un poco del ahora

Es algo muy curioso este tipo nuevo de forma de escribir. No hablo de un cambio radical en mi escritura, sino en el funcionamiento de la misma. Me hace acordar a cuando guionaba para revistas indies de comics y para materias del Cievyc. Uno enarbola una obra, pero nadie la ve hasta que está completamente terminada. No solían ser cosas tan largas, por lo que el deseo de mostrarlo no se alargaba penosamente por mucho tiempo.


Estos pensamientos surgen, al estar escribiendo el primer, digamos, la primera obra escrita de Gracia divina, que les adelanto, va a ser en modo de nouvelle. Les puedo comentar solo un poco más. Habrá un primer, digamos, «tomo», de no se cuantas páginas. Calculo que unas cuarenta. Mi idea principal es sacar varios nouvelles, como si fuesen episodios de una saga. En realidad, son episodios de una saga, que es la de Gracia Divina. Lo sacaré en fanzine, como debe ser, pero para ese punto, todavía no hay nada definido. Se que lo voy a hacer, mas no se cuando. Pasará al terminar todo este escrito.

Hoy adelanté muchísimo. Lo tengo terminado, pero siempre que estoy pasándolo, se me ocurren ideas para mejorar o pensamientos para poner y termino escribiendo más de lo que tenía en mente; y eso es bueno.

Tengo a mi gato encima, que ahora pesa una tonelada. Cada vez me es más difícil mantenerlo en mi regazo. Debe de estar pesando similar a un niño desnutrido del Congo. Si fuese persona, sería una gorda, malhumorada y peluda. Que bueno que la investidura de los gatos hace lucir todo más bonito, porque sino, no tendría mucha suerte en esta vida. O por lo menos no con esos kilos de más.

Ni hoy ni mañana tengo que trabajar y es un poco desesperante. Sin trabajo, me comen las pulgas del gato. Ayer imprimí mi CV para buscar un empleo mejor, más lucrativo. Hoy tengo una changuita por la tarde, que por lo menos me hará pagar unas cosas que debo y me dejará un restito para mantenerme hasta el jueves.

Estoy un poco contento, un poco preocupado y un poco confuso. Escribir, a pesar que reniegue de mi talento natural, es lo único que me da paz y permite que pueda hacer cosas. Escribir...

Suspiro porque no tengo una mejor cosa que hacer y es mejor que coma algo y siga escribiendo. Tengo la esperanza de salir hoy a la noche y despejar un poco mi mente. Suena The Dresden Dolls. A decir verdad, tolero muy bien la decepción, la soledad y la tristeza. Lo que sí, tengo materia pendiente eso de la preocupación. Me llevo muy mal con eso y hay veces que no lo puedo evitar. Mi cuerpo mismo se pone siempre en aprietos que generan esa sensación. Antes era divertido, ahora voy a bazares para comprar esos platos rotos que rompí.

Escupo palabras y disfruto de la quietud. Es así como me gusta: Batido, pero no revuelto.

Me leen luego.

No hay comentarios: