miércoles, 19 de diciembre de 2012

Esperemos que se vayan

El Sol grita por la mañana
iluminando a través de la ventana
encerrado, no encuentro la salida
de los laberintos se escapa por arriba.

Quiero decirte tantas cosas ciertas
pero no entenderías, ninguna de ellas.
Tu sangre virgen me genera impaciencia
¿Deberé ahora sufrir las consecuencias?
No quiero pensar en miedos futuros
no quiero sumergirme en terrores profundos.
Ella les dice que no importan mis engaños
si total, mi corazón lo tiene en sus manos.

Después de esto,
¿Mi rabia a donde irá?
¿Mi rabia a donde irá?
¿Mi rabia a donde irá?

¡Oh, oh! ¿Quién soy ahora?
Eso lo sé, muy bien:

Una cruel demora. 


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