martes, 2 de septiembre de 2014

Dolor de cabeza - I -

No puedo dejar de pensar. Simplemente no puedo. Pienso desde que me levanto, pienso cuando me visto, cuando trabajo, cuando estudio, cuando cojo, pienso hasta cuando hablo, pienso hasta cuando pienso. Pienso.

Hace poco, mi pensamiento sostenido, ese pensamiento que me da insomnio continuo, evolucionó. Se volvió una mayor complicación. Ahora no solo pienso todo el tiempo, sino que puedo hacerlo rápidamente. Puedo armar grandes silogismos mentales en segundos. Una idea, me lleva a otra, y luego a otra, y así hasta llegar a pensar en muchas cosas a la vez, pudiendo separarlas en mi cabeza para poder pensar exponencialmente.

Pienso en la vida y comienzo a filosofar. ¿Cuál es el sentido de la vida? Eso me lleva a pensar en mi vida. ¿Qué estoy haciendo de ella? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Y eso, mientras se desenvuelve en mi mente, se une al nuevo pensamiento de pensar en las vidas de los demás, de aquellos que conozco, de aquellos a quienes apenar conozco, de aquellos a quienes fantaseo, hasta pienso en quienes no he conocido todavía. ¿Cuál es el sentido de sus vidas? Y no todo tiene sentido porque dejo de buscarlos al sobrevenir en mi mente nuevas interrogantes y preguntas, con sus propias interrogantes y preguntas, etcétera, etcétera, etcétera… ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿De tanto exceso neuronal?


No lo sé. Solo me ocurre. Sin embargo, puedo determinar que cosas empeoran mi cabeza: La gente de mierda. 

No hay comentarios: