lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Puede el amor ser una cuerda?

Discutimos de ideas matrimoniales
de esos bares que niegan lo minimal
de la verdad contra la moral
desde el principio erguido hasta el final.

Subidos en un taxi
cruzamos la mediocridad
que se hincha
como estómago de sapo
y hiede al saber que tu nombre corresponde
a una de mis obsesiones.

Porque
en realidad
no quiero tu corazón
no quiero tu amor
no quiero estar con vos en tu cama
quiero solamente tu alma.

Hace milenios que persigo estelares
formas de rosa frustración
de inconformidades redondas grises
y un sentido lácteo marrón.

Conoces a mis amigos
los idolatrás
como quien dice
que la suerte tocó
y debajo escondido bajo la puerta
una negra curiosidad.

Porque
en realidad
no quiero tu corazón
no quiero tu amor
no quiero estar con vos en tu cama
quiero solamente tu alma.

No me interesa el misterio de mi,
ser atribulado alimentado de vicios
de la misma imagen de creador
problemas en su corto macizo.

Y los pecados lavan
en cuerpo estatuas
con tu idioma horrendo
tu sucio dinero
pero no me preocupa realmente
la muerte sabe bien si viene de adentro.

Porque
en realidad
no quiero tu corazón
no quiero tu amor
no quiero estar con vos en tu cama
quiero solamente tu alma.

A lo largo de la historias
la delicias históricas
forjaron formas para besar
mis llagas rojas
en mi paroxismo de dolor
y mi trio de machetes juntos.



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