martes, 20 de octubre de 2009

Tinta de madre calamar

No es una manera de
estrechar un lazo que
de alguna forma perderá
su encanto natural.

Somos jóvenes, ¿Sabés qué?
Es difícil de mantener
un apego a todo lo demás
que envejece como nuestros
papás.

Siento algo de culpa por no esperar.

3 comentarios:

Fer Gris dijo...

Disculpe esta intromisión, señor Holmes, y puede usted borrar con su codo lo que yo estoy escribiendo con mi mano... no siento yo tampoco el apego... aunque ya no soy cronológicamente joven. No soy cronología... y si espero... Oh, yo no siento culpa ya por esperar!

L dijo...

Mirá que la tinta no sale de la ropa.
Tengo a Kafka y lo pongo abajo de mi almohada.
Tengo que curar el ojito de Ernesto.
Y otras cosas más.

javi hildebrandt dijo...

La ansiedad es, tal vez, un signo inequívoco de juventud. Aunque creo que la culpa por la impaciencia nos acompaña siempre.

Muy lindo, Holmes. Salú!