Me acuerdo que Santman tenía que pagar cierta factura de cierto servicio (los historietistas también somos humanos, aunque solo en ocasiones y en casos marcados) que no recuerdo. Por eso mismo, estábamos haciendo fila en una cafeteria-kiosko-Pago Fácil ubicado en el Centro. Había cuadros en el lugar; ilustraciones varias con acento campestre. Uno de esos cuadros era una historieta. Algo conocido, popular. Seguro que algo de Alcatena.
No se si sabrán o no, no tienen porque saberlo, pero vengo del mundo de la literatura. De la literatura más cerrada en sí misma que ustedes puedan entender. Mi mente siempre pensó de esa forma, hasta que me vi en la necesidad de expandirme, de no quedarme encerrado en lo que sé. Así nació mi vida historietil; así nació mi vida de guionista. El choque entre lo que es la imagen y la letra es fuerte, digno de un titán de otrora. la gente que pasó de un lado a otro me entiende. No es fácil. Es como mudarte de ciudad y tener que acostumbrarte a una nueva cultura, a un nuevo pensamiento unificado de acción y pensar. No fue sencillo para mí, odié la transición; mas hoy en día, estoy contento con todo el proceso. Un nuevo mundo se me ha abierto. Tengo nuevos ojos.En la cafeteria-kiosko-Pago Fácil, al ver el cuadro-historieta, pensé en todo eso que viví y fue ahí cuando le pregunté a él que es lo qué pensaba del comic actual. Me dió una opinión muy interesante, quizás demasiado optimista, pero bastante parecida a la mia. No entra a colación lo que dijo, ni tampoco mi idea, porque de eso no era lo que quería escribir. Fue lo que dijo después, de una nueva interpretación de lo que es la historieta.
En ese momento, casi en un susurro, me comentó que su novia también hacía comics, pero mucho no le gustaba eso de pensar en comics. Por eso lo hacía a su manera con él, hasta que cierta vez tuvo una idea revolucionaria. Se acercó más, y como si no quisiese saber del asunto, me lo terminó diciendo. La idea era mezclar literatura con historieta, como si fuese una mezcla de novela gráfica y libro ilustrado. "No vayas a utilizar esto porque me mata", me decía. Asentí, cómplice. "Usar la historieta en los momentos que sea oportuno usarla.".
Pensarán que esto es una violación a nuestro pacto. No, no es así. Es claro que no hay nada nuevo bajo el Sol y las idas y vueltas de la experimentación historietil están a a la luz del día. Hasta ese momento no había encontrado nada parecido a lo que Santman expresaba. Me hacía pensar en los libros de Narnia para chicos. No se bien porqué. Hasta que el eclipse se hizo y surgió Hyperbole and a Half.
Allie, la autora, mezcla exquisítamente la narración con la secuencia de cuadros. Basándose en su vida, da sentido a palabras e imágenes, de una manera única y muy divertida, por cierto. Es claro que Allie tiene un don para contar.

WHAT HAD I DONE???? I immediately got the hose and started spraying my fish with a stream of cold water.


Debería preguntarle mediante Twitter a Scott McCloud si hay registros de algo parecido antes de Hyperbole and a Half. Sería bueno. Hasta tanto, es una técnica innovadora, para quien quiera congeniar dos tipos de artes. Y todo surgió de un encuentro y una caminata.
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