Lo extranjero y límitrofe del color de su piel, muestra cortes y rasguños de distintos tamaños. Unos largos y gruesos, productos de la supervivencia en la ciudad. Otros cortos, finos y múltiples, originados por el ajetreo diario de una solución pensada como la proveedora de un incalculable futuro de pequeños triunfos y comodidades dignas de cualquier criatua animal domesticada de esta región citadina. Pone los cubos, los cubos rectangulares y tablas con papel pegado que busca referir a algo que no logra comprender, en un recipiente de supermercado. Son de sabor madera y juntos, se parecen al dinero.
Trabajo de adjetivación acerca de un cartonero boliviano.
1 comentario:
Pasaba y lo leí. Me gustó.
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