jueves, 17 de septiembre de 2009

Volviendo a la superficie

Estar dentro de uno mismo no sirve. No sirve para el mundo. Por eso escalo hasta llegar al orificio de la máscara, ese pequeño hueco que me dejará ser el que fui. Hay un cielo seguro por allí y por el lapso de un tiempo me alejé, debido a la tormenta que una Luna nueva ocasionó en mi ser. Quería que nunca terminase, porque amo ver caer las gotas sobre los árboles. Sin embargo, no es correspondido el eterno diluvio. Se debería sentir mal por no poder alcanzar mi mayor deseo mundano, pero está bien. Lo acepto como acepté cada punto en la linea de mi vida de cinco minutos. Seré lo que debo ser y no lo que dicen los astros. Ellos no se refugían allá a lo lejos. Son simplemente y eso, exactamente eso, no puedo imitar. Espero volver a verte, cielo visto por una mirada infantil y ya melancólica. No es tiempo ahora de seguir perdido en vos y por alguna extraña razón, me siento correcto al respecto. Tus lágrimas siguen viéndose puras en mis nuevos ojos. Uno no debe de estar dentro suyo mucho tiempo. Yo lo sé, el infante lo sabe y lo autenticamente real también. Volver para cautivar de nuevo. Bienvenido, puedo decirte sin querer mirarte. Bienvenido.

1 comentario:

Unknown dijo...

Salgo a la superficie, tomo una bocanada de aire y me vuelvo a sumergir en tus palabras, nado entre tus versos y es placentero hacerlo.