En la selva algo acompañaba
al indiecito, al indiecito
no lo verías cargando armas ni balas
ni aparentando ser un tipo listo.
Y corría, y saltaba y cuidaba
a la Tierra que él tanto amaba
no criticaba, discriminaba o intoleraba
si hay hermanos hasta donde termina el alba.
Las cosas que no se ven,
eternas parecen ser
y no importa las penas que te pongan en el alma
viajando se quita el dolor.
El indiecito cantaba entre la maleza:
"Si no puedo bailar tu revolución,
entonces no me interesa."
Adelanto de lo que se verá en Hotel #3.
1 comentario:
Recién ahora leo esto y veo que es sobre la historieta que escribiste para el tercer numero!
Andás desaparecido y decidí escribirte acá. Creo que lo úico que no hicimos fue llamarte a tu casa. Ya me empecé a preocupar, no te habrás ido a Francia ya no?
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